7 mar 2010

Efecto Jarabacoa


Aunque sé que tengo mucho tiempo que no tengo una conversación Contigo, aunque sé que entre excusas y olvidos he dejado de orar, aunque sé que no soy la más perfecta de Tus hijas, pues el Único Perfecto Eres Tu, cada mañana cuando me levanto, cada momento del día, en mis dificultades y logros, en mis conversaciones y discusiones, sabes, muy bien sabes que pienso muchísimo en Ti.


Es complicado de explicar la sensación y a la vez, la alegría que se siente ser hija tuya. Lamentablemente por razones que tu y yo conocemos, no he podido servirte de la manera que me gustaría, bien sabes las heridas de mi corazón y lo mucho que necesita ser limpiado y cambiado, por eso a pesar de los pesares no logro poder apartarme de Ti, ni que quisiera. Tú has llenado mi vida, has completado los espacios vacios de mi corazón, te has convertido, en mi vida, en mí respirar, en mi meta, en mi logro, y en toda mi inspiración. En las cosas hermosas del mundo, puedo percibirte, puedo sentirte, no necesito verte para darme cuenta de que Estás ahí, no necesito mirarte (aunque me gustaría), para sentir tus brazos, para sentirte Vivo en mi corazón, de tal manera, que he puesto mi entera vida, en Tus manos.

Hablar de Ti me llena de seguridad, sentirte provoca un derrame infinito de lágrimas sobre mi rostro, pues Contigo siento el más puro y sincero amor, que nadie podrá darme nunca. Tan solo con sentirte un poco, he decidido ser como Tu, parecerme a Ti.

…y entonces me alojaste en DEC, (tears) creo que luego de mi familia, es la mayor bendición que me has podido regalar… es allí donde me mostraste quien realmente Eres, por medio de ellos he podido recibir infinitas bendiciones, y justo a tiempo me hiciste sentirme como en mi casa entre aquellas personas, pues sabias que a mi vida llegarían vicisitudes que yo misma, que yo sola, no podía con ellas...y entonces hace ya un año y 3 meses me siento parte de esa casa de veraneo Tuya, una casa que nunca abandonas y que has bendecido de una manera increíble. Aunque activamente no he trabajado, porque siento que necesito limpiarme mucho mas, pues ante Tu grandeza me siento pequeña, efímera y de verdad no Te quiero fallar. Despertar en Cristo es donde Te conocí, donde afiance mi fe, y que dolor, no poder asistir como ya Sabes que no lo estado haciendo, pero Sabes también, que no ha sido por voluntad propia, y los extraño demasiado. Gracias por eso. Mi vida nunca había sido tan especial hasta que llegue a esas cuatro paredes donde me enseñaron quien Eres Tú.

Tu nombre me produce alegría, por Ti, tengo esa sonrisa plantada en mi rostro todo el tiempo, aunque el mundo se me este cayendo, sonrisa que me abre las puerta a muchos corazones, que me hace destacarme entre la multitud, que me hace estar muy cerquita de ti. No quiero nada que me aparte de tu amor, nada que me impida estar lejos de Ti.

Por eso he decidido venir aquí, a darme un respiro de los ruidos ensordecedores de la ciudad, aquella ciudad que amo, pero que reconozco que cada día mas nos envuelve en su esencia consumista, donde actuamos como robots a pesar de la originalidad de los días, donde están los problemas, donde están los campos de batalla, aquellos donde luchamos día a día por ser mejores, por tener éxito, donde contra vientos y mareas tratamos de ser diferentes, de parecernos a Ti, donde intentamos llevar Tu palabra, donde Has decidido que naciéramos, donde sabes que por más dificultades podemos sin lugar a dudas recurrir a Ti, donde están mis amigos y mis sueños, donde vivo, donde me gusta estar pues fue el lugar que elegiste para mí y para mi familia, porque sé que estas ahí.

Sin embargo, de este lado tenemos una perspectiva diferente, el aire es diferente, las personas son diferentes. Entre las montañas, la brisa y la neblina pareces estar: al observar el silencio siento que te escucho, pareciera que con más fuerza resides de este lado de nuestra isla, entre los árboles, debajo de las piedras, en el frio. Al pasearme por los campos de este hermoso pueblo del Cibao te siento de una manera diferente, mucho más cerca, lo que conjugado con el frio, estremece mi cuerpo de una forma especial. Varias veces mientras ando caminando, miro hacia atrás creyendo que sigues mis pasos y de vez en cuando, cuando estoy a punto de tropezarme siento como un caliente intenso sujeta mi mano, quien mas puede ser? Eres Tú.

Al llegar donde me estoy quedando, entro por la puerta y presencio la fotografía que resulta de mi mirada, de mi familia…Wao, que hermosa familia, aunque sabes que no estoy contenta con muchas cosas, aunque sabes que no la paso muy bien casa, aunque sabes que muchas veces quisiera huir y abandonarla, no deja de ser hermosa por eso, y no deja de ser mi favorita.

Luego de aquella obra de arte que hiciste con los míos, me siento en mi mecedora favorita, con una rica copa de vino, como decía mi viejo: “la bebida de los dioses”(jeje) y comienzo a admirar el paisaje a mi alrededor…y es que no cabe en mi mirada y pensamiento la magnitud de toda esa belleza y es ahí entonces donde nuevamente pienso eni Mi viejo, la mayor bendición que he recibido de Tu parte, pero mayor bendición fue el hecho de que Te lo llevaras a Tu lado, pues ya aquí estaba sufriendo mucho, gracias por eso.

Sentada en la misma mecedora, con la misma copa de vino y ya pensando en Ti, otro pensamiento tiene cabida en mi corazón con la vibración de mi celular: mis amigos. Los que puedo llamar de esa manera, son los mejores, son mis hermanos y hermanas. Señor me has bendecido con grandes y maravillosas personas que hoy las considero parte de mi familia, sabes bien que sin ellos o más bien, sin ellas porque en su mayoría son mujeres, mi vida no tuviera el sentido que tiene hoy en día. Y con ellas sus familias que me han acogido de una manera increíble.

Camino hacia la terraza y me siento en otra mecedora, esta vez he decidió escuchar la naturaleza. Me encuentro sola, muy de noche, solo los arboles y su movimiento por la fría brisa inundan mis oídos. Hace un frio congelador y es cuando, siento dentro de mí un calientico que invade lentamente mi cuerpo haciendo contraste con la intemperie, sé muy bien que eres Tú: se parece mucho a un sentimiento que está creciendo en mi corazón...Gracias Dios por él.

Mi amor por Ti no tiene límites ni barreras, no tiene tiempo ni espacio, no es específico de un momento o una situación, Señor he aprendido a amarte sin condiciones y he decidido no creer en Ti, sino estar segura de Ti