Luego de salir de casa, el ideal de los pensamientos es distinto, he crecido, he cambiado, he decidido irme. Bajo los preceptos contradictorios del Jefe, he llorado, he sufrido, pero no me he permitido estancarme. El aire lejos de casa no es el mismo, la vida, es mucho mejor. Pensar que me he ido no me hace del todo feliz, pues el estar cerca de los míos es mi verdadera tranquilidad, pero quedarme sería no salir al mundo. Ahora tengo una nueva casa, donde me siento muy bien, aunque la nostalgia de mi antiguo hogar me hace de vez en cuando estremecerme, no me permito proporcionarle mucho tiempo a estos pensamientos, continúo mejor acogiéndome en mi nuevo hogar. Cada día, la llamada y la venida del Jefe a mi nueva casa me hace llenarme de llantos el rostro, saber que sigue tras de mi intentando detenerme es el reto más duro y doloroso de mi existencia. Quiero crecer, quiero reír, quiero expandirme y abrir mis alas hasta el infinito del conocimiento, de Dios, de formación, para salir al universo.
Mi nueva casa es genial, es hermosa, es donde puedo ser yo, es mi lugar, aunque lejos de donde crecí, aunque apartados, nunca se me olvida de donde vine ni que aprendí, sí, aún recuerdo las enseñanzas del jefe, pero mientras más lejos mas las recuerdo y las aplico porque soy sólo yo.
En mi nueva casa, con infinitos padres, infinitos futuros hermanos e infinitos conocimientos, me formo para pertenecer al mundo y alcanzar el universo. Que si escuela materialista, que si escuela idealista, que la regla del derecho, que ser perfecto...sí, es mi lugar.
El poder pertenecer a la calle y aportar lo que aprenderé...es lo que me hace seguir olvidando las barbaridades del Jefe, mi estímulo y pasión pueden más que las tantas veces que me dijo que NO! Sigue adelante en busca de tus sueños no fueron nunca sus palabras, más bien, SIGUEME, eso nunca me gustó y después de ver, qué me ofrecía mi nuevo hogar decidí irme. Aunque sé, que aparentemente lo hacía para mi bien, nunca se percató de que nunca me dejó ser, hoy en día lejos de casa aún pretende continuar con la misma letanía, pero no, ya no estoy en casa, pero y quién se ha creído el Jefe? Si, el es el jefe por naturaleza humana, pero no es el dueño de mis sueños, ni de mis pensamientos, ni de mis metas, no es dueño de mi dignidad, llévatelo todo, arráncamelo todo, menos mis ganas de seguir adelante.
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