28 feb 2015

La Vela No. 24

Fuente: http://www.google.com.do/

En mis 24 años quisiera depositar el mayor de mis deseos de una forma distinta.


Los historiadores aseguran que la encendida de velas en el bizcocho, en ocasión de la celebración de un cumpleaños, guarda su origen en algunas leyendas o mitos: una de ellas decía que los griegos preparaban un pastel de miel en forma de luna y le colocaban velas, simbólicamente esas luces de fuego eran depositarias de deseos, que al ser sopladas el humo se dirigía con el deseo hacia los dioses; otra, muy graciosa por cierto, decía que para las celebraciones de los cumpleaños por las noches no había luz y las velas se colocaban encendidas para poder alumbrar el lugar; y la última contaba que al ser una «fiesta de origen pagano», suponía que las velas eran centinelas para la buena suerte y los buenos deseos del festejado y que al soplarse el humo se llevaba los malos espíritus y la mala suerte.

Recuerdo que una de las historias que más me impactó de Facundo Cabral fue cuando éste, a los 9 años decidió irse de su casa en busca de trabajo y un mejor modo de vida para su familia que en ese momento pasaba por condiciones muy precarias de subsistencia. Su madre, Sarah, lo acompaño hasta la estación de tren y le compró el boleto de abordaje, antes de montarse en su vagón le dijo lo siguiente: «este es el segundo y último regalo que voy a hacerte. El primero fue darte la vida y el segundo la libertad para vivirla.»

¿Qué otra cosa se podría pedir? Libertad para vivir la vida, para dedicarse a pasear por este mundo que nos ha tocado y que tan lleno de maravillas está. Quiero encender la vela y no pagarla jamás, para donde quiera que vaya la luz de Dios me pueda guiar. Experimentar todo lo que puedo hacer, todas las personas que puedo conocer, trabajar… si trabajar, pero no para acumular, sino para compartir.

¿Qué tan alto llegar? ¿Qué lugares conocer? ¿Qué vivencias tener? Nada puedo hacer si en cuatro paredes permanezco.

Libertad para vivir la vida, sin prejuicios ni limitantes como la cultura y los prototipos. Ir por los días con lo único que hay que hacer: amar a tiempo y a destiempo, y eso, solo eso, eventualmente trae sus frutos y beneficios.

Yo no quiero una vida ocupada, una agenda apretada ni mucho menos que no me alcance el tiempo, no tengo aspiraciones inalcanzables, solo caminar por la vida quiero. Quiero que el tiempo esté a mi favor para hacer lo que me recordará el corazón, que siempre será bueno, claro, con sus tropiezos, porque estará guiado por Dios.

Un amigo me dijo una vez: «lo único que quiero en esta vida no es ser más ni menos feliz. Quisiera vivir en paz conmigo y con los demás»; y en fin de cuentas, no pudo haber sido más certero.

La vida debe de vivirse bajo tres principios fundamentales: el amor, la libertad y el agradecimiento. Por eso, en mis 24 años quisiera agradecer a cada una de las personas que han intervenido en mi vida para que sea quien soy hoy, empezando por Dios. Nunca he caminado sola, siempre he andado de la mano de personas que me aman, me han amado y me amarán a su forma, en su tiempo y con sus medios.

Hace unos días, sentada en la sala de un gran amigo, que se tomó la molestia de  orar conmigo un momento, luego de contarle algunas situaciones. Cuando hubo terminado, me dijo: 

-Carla, este es el año de las ventanas y los remolinos, ¿qué te dice eso?

-Sinceramente, -respondí mareada y pensativa- no lo sé, pero creo que este año lo descubriré- y sonreí.

28 jul 2014

Insomnio de velas

Imágenes de Google
Insomnio de amor, búsqueda infinita. El mundo y sus bellezas, lápiz, música, colores, guitarras, voces, caricias, astucias. Noches en velas apagadas, vivas. Madrugar buscando soles, amanecer extrañando lunas, sabores y perfumes, no hay paraíso sin vida.

Acordes con sueños, montañas con aspiraciones, carreras con afanes, miradas llenas de intenciones, perfectas punzadas, el corazón es más que un latir, es un reproductor de movimiento.

Palabras sopladas, susurros escritos, noches en velas encendidas que buscan lo perdido o lo buscado, que es lo mismo, pero no es igual.

Pasos, huellas, caminos, el rumbo desconocido es la aventura mejor vivida. Sabes tu nombre y tus apellidos. No se puede pedir más que unos buenos remos para llegar a la otra orilla.

Noches en velas gastadas, prendidas una y otra vez. Amor y agua, fuentes de impulsos.

Al fin vivo, sin saber que esperar, solo puedo ser cuando busco, cuando encuentro, cuando dudo y sigo, cuando llamo. Noches de velas, rindiendo culto al espía que mira a todas partes.

Mañanas de luces apagadas, retos del despierto. Sentimientos quebrados, el alma es más que la esencia, es eternidad.

Ciego cuando veo, vista nublada, párpados inquietos. La arena  es la semilla del comienzo y del infinito.

Las alturas son la verdadera cercanía. Si te acercas alejas todo lo demás. Montañas y ríos, risas y llantos, saltos sentados. Lo difícil es subir de nuevo, es ahogarse  otra vez.

Las contradicciones crean más de una posibilidad. El cambio es la certeza de la evolución. Noches con velas para creer que no te has ido a ninguna parte.

Los cabellos son las mejores cuerdas. Noches buscando velas, para no perderse uno tanto entre salto y salto.


Nadie lo ve, son solo velas y un poco de llama que arde…ahora.

23 jul 2014

Colección de lamentos

No existe resonar que descuartice el corazón como tus gritos que reflejan desprecio. Ya no pueden mis ojos mirarte, has olvidado y herido; ignorado y faltado a tus palabras, caminas por otros senderos, condenas con tus pasos.

¿Qué pasó con tus sueños y amaneceres querido mío? ¿Dónde fueron tantos vientos de primavera que cubrían tus actos?

Quiero decirte, amado, que tu voz ha dejado de ser melodía, que el sol ha dejado de ocultarse tras tus brazos y que ahora, más que alegría, tu presencia me causa dolor, como cuando se pierde algo muy valorado, «algo» que no es cualquier cosa, «alguien» que significa todo.

Espero que estas palabras que no dicen mucho sirvan de despedida. Amor es quedarse, aunque me veas partir, aquí me quedo. Haz de saber que esta vez necesito conocer tus deseos de que esta historia continúe. Extraviado mío, no logro conocer tus actos, «implacable», como dice Benedetti, has desahuciado mi amor y basado en costumbres, comodidades y forcejeos contigo no se construyen hogares, como éste que amenaza con cambiar su suelo a arenas.

Mentiría si dejo que el orgullo me suceda y afirme mi partida, pero te he dado todo lo que puedo dar. Estos años solo he sabido entregar sin pedir a cambio, mas tampoco puedo darte aquello que no quieras recibir de mi parte.

Siempre tuya,
Siempre tu amada…

***

Buscarte, para calmar las ansias. El tiempo se acaba, me causa molestia esperarte, porque pareces no llegar, te muestras distante, perdido, ¿quién sabe? Tal vez te guardas como perla bajo el mar, escondido entre la incertidumbre.

O es que acaso me buscas para calmar tus ansias, el tiempo se acaba, te causa molestia esperarme, porque parece que no llegaré. ¿Me muestro distante? Perdida, ¿no sabes? Tal vez me guardo como perla debajo del mar, escondida en a incertidumbre.

Andaremos por doquier, de un lado a otro, a lo mejor vengas por donde voy o vayas por donde vengo.

Es posible que en nuestra ardua búsqueda, cargada de ansiedades, nunca nos encontremos.

***

Todo parecía tan seguro, justo y certero…preciso.
Porque la realidad siempre fue, pero nos perdimos
y el mareo, la desesperación,
comenzaron poco a poco a de desvanecerlo todo,
el mundo,
todo,
mi corazón.

***


Las fuertes corrientes que golpean el muelle de tu vida pertenecen al mar que es sin dudas, mi amor por ti.  Espero que mis aguas sean capaces de impulsar tu barca y llevarte a la misma aurora.

7 jul 2014

Un hasta luego

Perder a alguien, perderlo todo. No se pierde lo que no es tuyo, más la realidad es que se sufre esa partida. Alguien se va o más bien se lo llevan, parte del vivir es morir, aunque sea en materia. 

La criatura llora cuando nace, los tuyos lloran cuando mueres, dos inicios, dos finales.

Se siente que el tiempo ha pasado tan rápido o tan lento, lo cierto es que el abismo que crea la noticia hace que todo se detenga aunque sea por un instante. 

Inmensurable el valor del silencio en esos momentos, aquella ausencia que trae pasado y que cuestiona futuro, pero que está y con eso, es suficiente. Más aquel callado espacio trae consigo la esperanza de la eternidad, de lo posible más adelante. 

Valoras lo que no has perdido aún, cosas toman sentido: la muerte también es una maestra porque aún en su dolorosa pasarela te enseña cosas. 


Todo es parte de un dinamismo evidente, pero difícil de aceptar: perder tanto en tan poco, se lamentan tus lágrimas. Pero llega la hora de abrir los ojos, entrar a tu templo y escuchar: todo sigue su curso normal.

2 jul 2014

La "suerte" eterna

Esta estas son líneas acerca de un corazón que quiere ser recordado. No hay mucho que decir, sin embargo es importante decir que amó, ama y amará su causa como nadie, esto era lo único que poseía.

Una vida sin muchas grandezas ni exageraciones; con tropiezos y aprendizajes necesarios; aventuras y buenos amigos, … amor del bueno, pero de ese amor que siempre hace falta.

Hoy les hablo de este corazón que soñó con jamás ser olvidado, sin saber que su paso nunca dejó cicatrices, sino más bien huellas.

El recuerdo es volver a pasar por el corazón; otra cosa muy distinta  es el quehacer de los historiadores, biógrafos y bibliógrafos. Para recordar a alguien o algún suceso no se necesitan palabras o grandes tomos y volúmenes; se necesita escuchar los sentimientos dejados por las personas tocadas.

Fue capaz de cambiar el curso de su historia para serle fiel a la causa de la entrega, la verdadera felicidad y el verdadero éxito.

Madre de sus hermanas y amigos; arena de playas; hielo de tragos, hoy nuestra protagonista es una hermosa mecedora, como fue su deseo, donde aun se cuentan sus historias, ocurrencias y aventuras. Sentados todos en una terraza hoy se hablan las locuras de ella.

Esta ha sido su suerte, su bendición, quedar en el tiempo.