23 jul 2014

Colección de lamentos

No existe resonar que descuartice el corazón como tus gritos que reflejan desprecio. Ya no pueden mis ojos mirarte, has olvidado y herido; ignorado y faltado a tus palabras, caminas por otros senderos, condenas con tus pasos.

¿Qué pasó con tus sueños y amaneceres querido mío? ¿Dónde fueron tantos vientos de primavera que cubrían tus actos?

Quiero decirte, amado, que tu voz ha dejado de ser melodía, que el sol ha dejado de ocultarse tras tus brazos y que ahora, más que alegría, tu presencia me causa dolor, como cuando se pierde algo muy valorado, «algo» que no es cualquier cosa, «alguien» que significa todo.

Espero que estas palabras que no dicen mucho sirvan de despedida. Amor es quedarse, aunque me veas partir, aquí me quedo. Haz de saber que esta vez necesito conocer tus deseos de que esta historia continúe. Extraviado mío, no logro conocer tus actos, «implacable», como dice Benedetti, has desahuciado mi amor y basado en costumbres, comodidades y forcejeos contigo no se construyen hogares, como éste que amenaza con cambiar su suelo a arenas.

Mentiría si dejo que el orgullo me suceda y afirme mi partida, pero te he dado todo lo que puedo dar. Estos años solo he sabido entregar sin pedir a cambio, mas tampoco puedo darte aquello que no quieras recibir de mi parte.

Siempre tuya,
Siempre tu amada…

***

Buscarte, para calmar las ansias. El tiempo se acaba, me causa molestia esperarte, porque pareces no llegar, te muestras distante, perdido, ¿quién sabe? Tal vez te guardas como perla bajo el mar, escondido entre la incertidumbre.

O es que acaso me buscas para calmar tus ansias, el tiempo se acaba, te causa molestia esperarme, porque parece que no llegaré. ¿Me muestro distante? Perdida, ¿no sabes? Tal vez me guardo como perla debajo del mar, escondida en a incertidumbre.

Andaremos por doquier, de un lado a otro, a lo mejor vengas por donde voy o vayas por donde vengo.

Es posible que en nuestra ardua búsqueda, cargada de ansiedades, nunca nos encontremos.

***

Todo parecía tan seguro, justo y certero…preciso.
Porque la realidad siempre fue, pero nos perdimos
y el mareo, la desesperación,
comenzaron poco a poco a de desvanecerlo todo,
el mundo,
todo,
mi corazón.

***


Las fuertes corrientes que golpean el muelle de tu vida pertenecen al mar que es sin dudas, mi amor por ti.  Espero que mis aguas sean capaces de impulsar tu barca y llevarte a la misma aurora.

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