Marranzini vs. Segura

• Reporte de la Encuesta, utilizando el método de Investigación de Arias Galicia.

• Explicación e Interpretación

Como es común en nuestro país, los servicios públicos, principalmente el servicio eléctrico es muy deficiente. Durante los años hemos visto la irresponsabilidad de los directores de esta institución, no han hecho nada más que pasar por allí y no hacer nada al respecto. Sabemos que el nivel de agotamiento de nuestro sistema político, responsable de que los servicios lleguen a la población, está al tope. La corrupción, los intereses personales por parte de los políticos y secretarios de Estado y el consumismo han convertido nuestro sistema de gobierno en una completa anarquía en su mayor expresión.

Puede que suene muy fuerte, pero es una realidad que llevamos en la frente y decimos en la frente, por el hecho de que sabemos que está ahí, nos molesta, pero no nos impide la vista por completo, entonces recurrimos a ignorarla y a no producir un cambio en nuestra sociedad.

Los constantes apagones, los malos servicios y el precio tan elevado que debemos de pagar por ellos, la CDEEE pasa de mano en mano y no vemos cambios. Las personas no tienen derecho a reclamar sus derechos de servicio, las oficinas en malas condiciones, la asistencia telefónica es pésima, los empleados indispuestos y mal educados, el sistema de alambrado es de muy mala calidad, la energía no llega a todas partes, el que no paga luz tiene porque se la roba y las autoridades no toman las medidas pertinentes, estos y muchos más casos, han llevado al país a una silenciosa desesperación y a un atraso que se ve imposible de superar.

Hemos visto como las instituciones públicas solo sirven de promoción política para alcanzar a la presidencia, se han utilizado para formar chismes por las pasadas gestiones dentro de la misma y como cuenta de ahorros para el beneficio de los que allí laboran.

Tal es el caso de Radhamés Segura y su “huacal” , según nuestra encuesta, lo único que hizo fue hacer posible para ganarse el desprecio del pueblo, estadísticamente, eso nos dice la mayoría, catalogando su gestión como una de las peores en muchos años. El actual vicepresidente ejecutivo, Celso Marranzini, lo acuso de haber dejado un desorden en la CDEEE, alegando una malversación de los fondos, utilizados para promoverse como presidente. Celso Marranzini designado por el presidente de la Republica, entra con un supuesto nuevo plan de acción para reformar y organizar la CDEEE.

En nuestra encuesta a 50 personas de diferentes niveles de escolaridad e ingreso, diferentes edades y sexo podemos sacar conclusiones generales: el pueblo en sí, tiene un gran pesimismo político causado por el mal manejo de estos en la sociedad, un buen porciento personas esperanzas en el cambio apoyan a Marranzini por el hecho de que es nuevo en la corporación, los jóvenes se han hecho parte de los adultos, ni siquiera les importa, han decidido no preocuparse, ni darse por enterados de la situación de su país, la clase baja, “piensa con el estomago primero”, no esta de acuerdo con nada ni con nadie, pero la idea que impera ante cualquier punto de vista de un pequeño grupo, es la falta de confianza y credibilidad que tienen los ciudadanos frente al Estado y al gobierno, cualquier propuesta o cualquier cambio hecho por estas dos entidades siempre se prestara a la duda y al rechazo, con excepción de un grupo, que como todos sabemos, tienen sus intereses.

Creemos que no es necesario el utilizar palabras rebuscadas ni cifras compuestas por millones para darnos cuenta de nuestra situación, esta encuesta que nos tocó realizar, está orientada al cambio de gestión de la CDEEE, pero es muy claro que todos los servicios y oficinas del Estado se manejan de esta manera, tan descaradamente, y el pueblo no ha hecho más, que “dormirse en esas aguas”. Sólo nos hace falta salir a la calle como esta vez lo hicimos, y no tuvimos que irnos muy lejos ni buscar personalidades para concientizarnos como futuros profesionales del reto que nos depara en los próximos años.

Depende de nosotros y de nuestro empeño, el poder cambiar estas malas prácticas de gobierno y del Estado, que tienen a nuestro pueblo consumido y estancado en un atraso y en una anarquía que no parece tener fin. Es unir fuerzas y de luchar por el bienestar común, el del país, nuestro país.